Entrevistas de trabajo


Antes, lo normal era encontrar un trabajo y permanecer en él por mucho tiempo, sin embargo hoy las cosas son muy distintas. Cuando empiezas a trabajar en un sitio lo haces con ganas y con ilusión, y sobre todo sabiendo que tal y como están las cosas quien tiene un trabajo tiene un tesoro.

Sin embargo, la mala situación económica ha llevado a muchas empresas a aprovecharse de la situación (¿qué sería de España sin la picaresca?), y basándose en la Ley de la Oferta y la Demanda, al encontrar tanto candidato disponible, aprietan las tuercas cogiendo, no al más preparado o al que mejor puede desarrollar la labor que se requiere, sino al que acepta las (en muchas ocasiones) precarias condiciones que se le ofrecen.


Aún así, no debemos olvidar que al contrario de lo que piensa mucha gente, a igualdad de condiciones, lo mejor es estar trabajando. Me explico, yo he estado en el paro y me parece muy triste ver gente que no quiere trabajar porque prefiere estar cobrando el paro sin hacer nada. Tal y como se están poniendo las cosas, ya no es sólo que ese paro vaya a acabarse, es que nos estamos quedando fuera del mercado laboral. Además una cosa está clara: es mucho más fácil encontrar trabajo cuando ya estás trabajando que estando en el paro...y ese es precisamente el tema de hoy: las entrevistas de trabajo.

Las entrevistas de trabajo, hay que prepararlas igual que nos preparamos para cualquier otro tipo de prueba o examen, no basta con tener un gran currículum y sentarse a ver qué nos dicen, hay que estar listo para hablar, preguntar y responder y sobre todo, no olvidemos que “no existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión”.

De hecho, esa primera impresión es algo tan intuitivo que los expertos la sitúan en los primeros 2 segundos de la intervención, eso es, incluso antes de abrir la boca. ¿Qué quiere decir esto? Cuando entramos en un sitio, la gente se fija en cómo lo hacemos, en cómo vamos vestidos, en hacia dónde miramos, en cómo nos colocamos... esos y muchos otros detalles de la comunicación no verbal, son percibidos intuitivamente por nuestra audiencia (esto es igual de válido si vamos a realizar una entrevista de trabajo, que si vamos a realizar una presentación o a hablar en público).

Luego ya vienen nuestras primeras palabras, pero para entonces, la mayoría de la gente se ha hecho una idea de lo que piensa de nosotros.

Por tanto, a la hora de ir a una entrevista de trabajo, estas son mis recomendaciones:

  1. Tu currículum debe ser un reflejo de tu experiencia, pero eres tú quien tiene que contar esa experiencia. De manera que en el CV limítate a poner las cosas de manera resumida y ordenada, a ser posible en una sola página y con foto, que sea atractivo para quien está realizando el proceso de selección. Buscando en internet podréis encontrar muchos consejos para preparar vuestros CV, el más importante: no mentir. Ya sabéis que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo y si dices que hablas inglés, lo más probable es que te hagan una prueba en ese idioma.
  2. Entérate de la actividad de la empresa, navega por su web para saber qué hacen, cuánto tiempo llevan haciéndolo, cuál ha sido su trayectoria en los últimos años,... Durante la entrevista, es probable que te hagan una introducción, pero también aprovecharán para ver si te has informado algo por tu cuenta, lo cual prueba tu interés por el puesto al que te presentas.
  3. Ensaya la entrevista. Esta es la parte más importante
    1. Coge tu CV y míralo, si tienes alguna duda es que no lo has hecho bien, como hemos dicho antes, el CV es un reflejo de tu experiencia, luego tienes que conocértelo de memoria y ser capaz de explicar en qué consistió cada parte. En muchas ocasiones, nada más entrar en el despacho para hacer la entrevista, verás como apartan tu CV hacia un lado y te dicen algo como “Ya he mirado tu CV, ahora cuéntame tú qué es lo que has hecho hasta llegar aquí”. Como veréis, eso deja bastante poco hueco a la improvisación.
    2. Recordad ser breves (no enrollaros en temas poco importantes) pero ahondad lo suficiente para poder explicar qué es lo que habéis hecho en cada momento...y sobre todo, de forma que pongáis en valor vuestro trabajo.
    3. Dad por supuesto que en algún momento de la entrevista habrá una prueba de idioma (inglés, francés o el que sea). Si no tenéis nada preparado, os “arriesgáis” a que os pregunten sobre temas de los que no tenéis nada preparado. Por el contrario, si tenéis algo ensayado, por ejemplo contar vuestro CV en el idioma en cuestión, en cuanto llegue la primera pregunta, podréis orientar el resto de la conversación en ese idioma hacia el terreno en que os sentís más cómodos. De todas maneras, hago hincapié en lo de no mentir en el CV, sobre todo en la parte de los idiomas. Si yo digo que tengo un nivel de inglés alto, significa que me defiendo bien en inglés independientemente de lo que me pregunten. Llevar un pequeño guión preparado, nos ayudará a tener más fluidez en la conversación.
  4. El día de la entrevista, ve vestido conforme a la ocasión. No vayas en traje si es para un taller, ni en pantalón corto para un trabajo de comercial. Recuerda que tu apariencia dirá mucho de ti en el primer momento, son esos 2 segundos antes siquiera de que os estrechéis la mano. Ve relajado y sonriente, saluda con normalidad como a cualquier persona que acabas de conocer, espera que te indiquen dónde sentarte y hazlo correctamente, lleva papel y boli para tomar notas, cualquier cosa que se comente durante la reunión puede resultar interesante.
  5. Por último, recuerda que no es una ejecución, es una entrevista en la que dos personas tienen que hablar e intentar conocerse lo máximo posible. No se trata sólo que la empresa sepa si ese es el trabajador que quieren para el puesto, también (y esto es muy importante) de que tú sepas si esa empresa, es válida para ti.
  6. Tras hablar de ti, de la empresa y del puesto en cuestión, te invitarán a hacer preguntas, no tengas miedo de sacar temas como la organización, las dietas en caso de viajes, el horario, las vacaciones,... sobre el sueldo, espera que den el primer paso. Lo más normal es que pasen la pelota  a tu tejado con alguna pregunta como “¿Qué expectativas salariales/económicas tienes?”. Ahí, intenta devolverles la pelota con algo como “Por supuesto una remuneración acorde con el trabajo a desempeñar” o indicar que acorde con los salarios del sector,... No obstante, si ves que no se decantan por decir una cantidad, proponla tú, tirando un poco por lo alto, ya que seguro que van a rebajar esa cantidad.
Aún así, siempre te pueden sorprender con una entrevista completamente original ;-)


Espero que os haya parecido interesante y sobre todo, que os sirva de ayuda! un saludo y hasta pronto ;-)

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