La señora indignada

Ayer leí el artículo “A una indignada conmigo” que una amiga había compartido en LinkedIn.. La señora a la que va dirigido el artículo se enfadaba con la escritora tras afirmar esta última que con 2.500€ de ingresos en casa, no podían ahorrar... en fin no os repito el artículo porque para eso lo han escrito. Os invito a leerlo pues dice más de una verdad.

Yo además añadiría que ¿por qué tiene esa señora que meterse en si yo ahorro o no ahorro más o menos? o si voy al cine o me quedo en casa... en este país tenemos cada vez más la costumbre de criticar y mirar mal al que está mejor que nosotros.


Hace unos años, en pleno boom de la construcción, a mí me molestaba ver como chavales con 20 años y sin ningún tipo de estudios, cobraban más de 3.000€ al mes como albañiles y se paseaban en BMWs, mientras yo con varias titulaciones y varios idiomas no llegaba ni a la mitad y por supuesto no pensaba en BMWs.


Ahora, en plena crisis, veo que yo sigo trabajando gracias a mi formación (que lo mío me ha costado y a mis padres también), mientras ellos se lamentan porque no tienen trabajo y la mayoría tampoco hace por remediarlo.


Pues siento decirles que no me dan ninguna pena, igual que todos aquellos que salían en las noticias, diciendo que compraron 3 pisos para invertir porque era muy buena oportunidad y ahora estaban hasta el cuello con las hipotecas y que la culpa es de los bancos... no señores, los bancos tienen su parte de culpa, que no es poca. Pero quien tiene la (poca) cabeza de comprarse 3 pisos por invertir teniendo un sueldo normal y corriente, es 100% culpable de su situación actual.

Estamos en una sociedad consumista, y como dice el artículo, “lo que yo me gasto son los ingresos de otro, y lo que éste se gasta son los ingresos de un tercero...” por supuesto podemos decir “pues ahora ya no gasto más y si tienen que cerrar tiendas, cines y teatros que cierren que a mí me da igual”, pero esa desde luego no es la solución. Cada uno debemos tener ese mínimo de cabeza para saber cuánto ingresamos y cuánto podemos gastar... y por supuesto, cuánto debemos ahorrar por si los aires cambian de dirección.


El otro día una experta en Recursos Humanos me decía que la intuición se basa en la experiencia, y al final va a ser cierto. Estoy seguro de que esos que ahora están ahogados con las hipotecas, o tuvieron que devolver sus BMWs al concesionario por no poder pagarlos, ahora se lo pensarán dos veces antes de meterse en nuevas inversiones.


En resumen, ¿consumismo? SÍ ¿ahorro? también, ¿entonces? ¡CABEZA!
Hasta pronto, cuidado con las carreteras y disfrutad del puente! ;-)

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quieres ser mi Valentín?

El poder de convocatoria de las redes sociales

Recuperar Meizu m2 Note tras brick