Vacaciones en tiempo de crisis
Llega
el verano y con él, llegan el calor, el ruido de las piscinas, las
canciones pegadizas que buscan ser el éxito del verano y...cómo no,
las vacaciones.
Puedo
empezar diciendo que en los últimos años nos habíamos acostumbrado
mal y que cuando nuestros padres y abuelos eran jóvenes, ahorraban
muy duro durante todo el año para poder irse unos días a la playa
más cercana, en vez de intentar cruzar el planeta en busca de una
playa paradisíaca...pero es que ellos no tenían a la prima de
riesgo sentada todos los días a la mesa y tal vez por eso, les
bastaba con irse al pueblo o a, por decir una playa, La Antilla
(también conocida como la "playa del sobaquillo" porque
hasta éste se pone moreno de saludar a tanto conocido) para
descansar un poco y sobre todo para desconectar del día a día.
Está
claro que cada uno cuenta la feria según le va en ella, de manera
que dependiendo de con quién hablemos, o de qué email en cadena
hayamos leído, hablaremos de que:
1-
ellos son la generación del esfuerzo y de luchar por sus derechos,
mientras que nosotros nos hemos acomodado demasiado y ahora vemos
desde la barrera, como vamos perdiendo todo aquello por lo que ellos
lucharon, o;
2-
nosotros tenemos las cosas mucho más complicadas, porque en su época
no había tanta competencia para un mismo puesto de trabajo, las
cosas eran más baratas y, sobre todo, no estaban los chinos y otras
masas productivas fabricando por una ínfima parte del coste de
fabricar aquí.
En
cualquier caso, lo que es cierto es que con el paso de los años,
acentuándose con la llegada del euro, el coste de la vida se ha ido
encareciendo a un ritmo muy superior al crecimiento de los salarios,
de manera que éstos son prácticamente los mismos que hace 10 años,
mientras el precio de las cosas se ha multiplicado.
Ahora entre pagar
la hipoteca, el coche, el móvil, internet...y otros gastos
corrientes de la casa, vemos como nuestros sueldos se evaporan por
mucho recorte que hagamos (ahora que están tan de moda).
Supongo que ya conocéis la foto de la derecha, pues apareció en todas las redes el año pasado.
¿Qué
hacemos entonces? desde luego ni echarnos a
llorar en un rincón, ni quedarnos sin vacaciones, porque con la que
está cayendo, nos merecemos un respiro.
En
el caso de los viajes, como pasa con muchas otras cosas, un buen
truco es ser previsor y adelantarse, algunas agencias de viajes como
la de El Corte Inglés
(totalmente recomendable por el buen servicio que dan) anuncian a
bombo y platillo desde principios de año que si reservas las
vacaciones con al menos 2 meses de adelanto, puedes conseguir hasta
un 8% de descuento y, si pillas el momento bueno pagando en 10 meses
sin intereses. Y no es la única con este tipo de promociones. Aunque
claro, eso vale para quien tenga muy claro dónde quiere ir, conozca
las fechas en que tendrá vacaciones y tenga ya ahorrada una parte
para la reserva...cosa cada vez menos habitual.
Afortunadamente
internet también puede echarnos una mano con esto, pudiendo
encontrar muy buenas ofertas si sabemos dónde y cuándo queremos
irnos, y estamos pendientes de las ofertas en distintas webs, o...si
nos da igual la fecha y el sitio y estamos atentos podremos coger
unas vacaciones "last minute".
Lo
más
recomendable, por
mi experiencia,
son los
clubes sociales
de los
que ya
hemos hablado
en alguna
ocasión. En
concreto
Voyage-Privé
está
especializado en
viajes y,
entrando de
vez en
cuando para
ver los
destinos que
nos ofrecen,
seguro que
encontraremos
suculentas
ofertas (de
hasta 70%).
Otra
opción
interesante es
Lastminute
donde, como
su nombre
indica nos
presentan ofertas
de último
minuto,
básicamente,
plazas que
faltan para
rellenar vuelos,
cruceros,
habitaciones de
hotel,... y
que suelen
salir a
buen precio.
La
diferencia con el anterior es que mientras que en el primero los
precios siempre tienen un descuento significativo, en este último,
los precios dependerán de la demanda de esas plazas, por lo que en
ocasiones entraremos buscando una oferta y nos encontraremos con el
precio habitual...o incluso superior si se trata de un destino muy
demandado.
Por
último (ya conocéis mi tendencia a enrollarme) voy a hablaros de
otra opción bastante interesante, y no sólo para las vacaciones, se
trata de las tarjetas-descuento de las gasolineras.
Hay
algunas como la tarjeta Solred
que ofrece automáticamente un descuento del 2% al echar gasolina,
cosa útil pero, la verdad poco apreciable. Sin embargo, hay otra de
la que podría decir que soy un verdadero fan jejeje es la Visa
Porque Tu Vuelves de Cepsa.
La
peculiaridad de esta tarjeta es que el descuento se te abona en el
momento de repostar gasolina en forma de puntos-descuento que se van
acumulando en la tarjeta (hasta un 8% dependiendo de promociones y
gasolineras), además sobre las compras realizadas en otros
establecimientos te van otorgando un 1% del valor en
puntos-descuento.
De
esta forma, si además de para echar gasolina, usamos la tarjeta para
otras compras, poco a poco vamos acumulando puntos y cuando nos damos
cuenta ya podemos tener los suficientes como para rellenar gratis
nuestro depósito...y al precio que se está poniendo hoy la
gasolina, eso es importante!
Os
dejo por hoy, espero que mis experiencias os sirvan de algo estas
vacaciones ;-) ¡aprovechad para dejar vuestras experiencias y
sugerir nuevos temas!
Saludos!
Muy interesante!!
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