El poder de convocatoria de las redes sociales
Todos somos conscientes, como ya hemos comentado anteriormente, de cómo el efecto boca-boca funciona de manera amplificada en las redes sociales: si eres alguien sociable es normal que tengas bastantes amigos, pero tendrás muchos más en las redes sociales; si sueles salir de fiesta, muchos lo sabrán, pero todos habrán visto tus fotos en Facebook; si te gusta viajar, tus amigos te preguntarán a la vuelta, pero todos querrán ver fotos y que les vayas contando el viaje a través de tu perfil... ¿y si quiero organizar una fiesta?
Desde hace algún tiempo, es frecuente (además de muy cómodo) organizar quedadas o fiestas usando las redes sociales, es barato, rápido y además permite llevar la cuenta de asistentes.
Seguro que en alguna ocasión habéis utilizado (o sido invitados a través de) la aplicación de Eventos de Facebook, y si no lo habéis hecho, os lo recomiendo encarecidamente para vuestras próximas ocasiones. Sólo tienes que elegir un título para el evento (barbacoa, cumpleaños, fiesta, escapada a la nieve,...), seleccionar una fecha y lugar e invitar a la gente que quieras. Acto seguido comenzarás a recibir confirmaciones de quién va, no va o se lo está pensando. Así de rápido!
Pero como muchos ya habréis intuido, la parte clave es "invitar a la gente que quieras", es algo que solemos pensar cuando invitamos personalmente a la gente, pero que en ocasiones no parece tan obvio cuando se usan las redes sociales. Un detallito que en ocasiones puede generar más de un problema.
El primer caso conocido a nivel mundial tuvo lugar en Melbourne (Australia) en 2008, cuando el joven Corey Worthington de 16 años, quiso dar una fiesta aprovechando que sus padres estaban de vacaciones y tuvo la genial idea de invitar "a todos" a través de MySpace.
Obvia decir que se le fue de las manos y sólo la policía pudo poner fin a dicha fiesta cuando los vecinos, alertados por las más de 500 personas que se habían reunido ya en la casa del joven, llamaron pidiendo "ayuda".
El lado positivo fue que Corey inició en ese momento su carrera como "organizador profesional de fiestas", gracias al tremendo tirón mediático que tiene desde entonces.
Hace apenas 4 meses hemos conocido un nuevo caso, esta vez en Sidney (parece que los australianos no aprenden!), donde una joven organizó una fiesta para estrenar sus 16 años y argumentando "no tener tiempo para invitar personalmente", pidió a sus amigos que invitaran a la gente a través de Facebook. La fiesta tuvo que ser cancelada cuando más de 200.000 personas habían confirmado ya su asistencia.
En esta ocasión, además de que se les fuera de las manos, hay que achacar el "éxito" al virus Anonymous que se encargó de reenviar las invitaciones, y probablemente también a un portal de internet que estaba haciendo negocio, al vender camisetas con el nombre de la cumpleañera y la fecha de la fiesta.
Para finalizar la entrada de hoy, quiero "invitaros" a echarle un vistazo a vuestras políticas de seguridad y privacidad en las redes sociales, para aseguraos de quién está teniendo acceso a vuestros perfiles. Y acordaos de revisar la lista de invitados siempre que compartáis algo en la red!
Qué tengáis buena semana! ;-)
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